Son las cosas del directo,es lógico,nos venimos del pueblo de madrugada a un polígamo de la capital y entre el frío que hace y que llevamos todo el día sin comer,pues se me ha revuelto las tripas,que se le va a hacer,menos mal que tengo a mi Antonio que siempre me tiene bien atendida con los pañuelos y las bolsitas.
Porque si me tienen que atender los señores del pograma me muero ahi mismo espatarrá.
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